Hoy hacen falta héroes enamorados de la vida, de Dios, del hombre. Hombres santos con un corazón grande. Hombres heroicos llenos de amor y de vida. Es lo que el mundo necesita.
Pues yo soy una enamorada, de la vida. «Yo te alabo, Padre del cielo, y de la tierra, porque quisistes revelar, esto a los humildes, y secillos, Si padre asi, fue tu benepalcito».
Pues yo soy una enamorada, de la vida. «Yo te alabo, Padre del cielo, y de la tierra, porque quisistes revelar, esto a los humildes, y secillos, Si padre asi, fue tu benepalcito».