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Nuestra vida consiste en vincularnos y echar raíces. Queremos que el alma descanse libremente en los vínculos que ha creado, en esos apegos que nos dan serenidad y paz.
Santuario de Schoenstatt – Madrid
Gracias Padre, por sus comentarios sobre el Evangelio de este Domingo en el que se nos cuenta de manera simple la creación de la Iglesia que Jesús inicio con aquellos simples e impreparados pescadores, que «oyen» la voz de Dios y lo dejan todo para seguirle.
Le doy gracias Padre por haber querido ser «pescador» dejando a un lado todas sus capacidades personales para ponerlas al servicio de todos nosotros.
Quiero dar gracias a Dios Padre por haberle encontrado en mi camino y haber sido «pescado» a tiempo, cambiando mi vida y la manera de vivirla con todos los que me rodean.
Un abrazo agradecido