Los grandes ideales, son los que ensanchan el alma y no nos dejan conformarnos con lo que tenemos. Siempre podemos seguir caminando alegres una etapa más, dar algo más. Aunque sea oscuro vendrá la luz en algún momento. La alegría de soñar con la meta pero disfrutando la etapa. La alegría de caminar con alguien compartiendo el cansancio y la esperanza, el dolor y la nostalgia. La incertidumbre, la aventura, la ilusión de acercarse.
III Domingo de Adviento. Domingo de la alegría
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La homilía fue preciosa. Es verdad que la receta mágica de la felicidad no está en cosas materiales o superficiales sino en descansar en Dios tanto en los momentos buenos como en los malos. El sentirte llena de él para seguir el camino que él te va marcando, tropezando a veces porque somos humanos pero confiando en que gracias a él nos levantaremos de nuevo para hacer su voluntad. Descansar en él es un don que todos debemos pedir para lograr esa alegría interior y esa paz que sólo él nos puede dar.
Pero hay que pedírselo !! Y pedírselo constantemente porque como él dijo «pedid y se os dará».
Gracias Padre Carlos por recordarnos que hay que disfrutar cada trocito de cielo que tenemos en la tierra . Esa es la verdadera receta de la felicidad.