II Domingo Cuaresma 24/02/2013 No hay comentariosNo hay comentarios EscucharEscuchar Download AudioDescargar en MP3 Descargar en PDFDescargar en PDF Nos olvidamos de lo central de la vida de Cristo. Él es reconocible en sus heridas. Tal vez porque su vida fue dejarse el corazón hecho jirones. Así dejó su amor entre nosotros. CompartirFacebookTwitterCorreo electrónicoImprimir
0 Comments