La Navidad debería ser más silencio, más contemplación. Ante el niño que nos sonríe sólo nos queda mirar. Buscar la paz de ese Dios que habita en mi silencio.
Hoy he recibido de un buen amigo una oración para la noche, cuando ha terminado el día que me gustaría compartir con los lectores de esta homilía y es la siguiente:
«Señor, si crees que todavía puedo serte útil aquí, despiértame mañana»
El futuro no está en nuestras manos, cosa que olvidamos todos los días. La verdad es que no paramos de hacer planes sin darnos cuenta ni reconocer, por nuestro desmedido orgullo, que si los alcanzamos es por que Dios así lo ha querido.
Un abrazo
Hoy he recibido de un buen amigo una oración para la noche, cuando ha terminado el día que me gustaría compartir con los lectores de esta homilía y es la siguiente:
«Señor, si crees que todavía puedo serte útil aquí, despiértame mañana»
El futuro no está en nuestras manos, cosa que olvidamos todos los días. La verdad es que no paramos de hacer planes sin darnos cuenta ni reconocer, por nuestro desmedido orgullo, que si los alcanzamos es por que Dios así lo ha querido.
Un abrazo