Viernes santo
Sus heridas nos han curado.
Sus heridas nos han curado.
Habiendo amado a los suyos los amó hasta el extremo.
¿Seré yo? Esa es la pregunta que a veces le hacemos al Señor, porque estamos inseguros. Hoy, en mi aniversario de ordenación, le vuelvo a decir que quiero vivir con Él, en su corazón herido. Ir donde vaya.
Pedro promete seguir a Jesús ahora. Jesús le segura que será más tarde, cuando haya caído y hay experimentado la misericordia.
María rompe el perfume a los pies de Jesús y se llena la casa de olor. Yo puedo cambiar un ambiente si entrego mi mejor perfume, el que sale al romper el frasco del corazón. Jesús está en Betania, descansa en sus amigos, coge fuerzas.
Descarga Word. Cojo mi ramo de olivo. Sujeto mi palma. Salgo a las calles a bendecir a Jesús que entra en mi vida, en mi tierra. Salgo de mí mismo para alabar, agradecer, cantar. Sí, estoy de fiesta. Jesús viene a mí.
Descarga Word. No lanzo la primera piedra contra el que ha pecado. Sé de dónde vengo. Sé quién soy. Veo mi pecado escrito y me conmuevo. Me arrepiento. Si reconozco mi pequeñez dejo de juzgar a los demás.
Descarga Word. La vida no es como te la pintan sino como tú la coloreas. Siempre hay un camino aunque sólo vea un muro delante de mí. Hoy ponemos nuestros cinco dolores, los que todos llevamos, en el corazón herido de Jesús, en sus cinco llagas. En Él todo tiene sentido.
Descarga Word. Mi vida descansa en Dios. Él me espera en el camino con los brazos abiertos. Me espera con una fiesta. Me viste con los mejores trajes. Tiene pensado para mí un banquete. ¿Por qué tengo miedo?
Descarga Word. No quiero tener que volver a sacar agua. Tengo una sed profunda. Una sed que con nada se calma. Sed de amor. Sed de verdad. Sed de infinito. Sed de comprensión. De horizontes. De profundidad.