XXV Domingo tiempo ordinario
Descarga Word. El camino de la humildad, del servicio. Me hacen bien las humillaciones. Me hacen más niño. Duelen, pero me vuelvo más humano, más sencillo. Me unen a Jesús todos mis fracasos y caídas.
Descarga Word. El camino de la humildad, del servicio. Me hacen bien las humillaciones. Me hacen más niño. Duelen, pero me vuelvo más humano, más sencillo. Me unen a Jesús todos mis fracasos y caídas.
Descarga word. Tú siempre estás conmigo y todo lo mío es tuyo. Era necesario regocijarnos. Este hermano tuyo estaba muerto y ha vuelto a la vida, estaba perdido y lo hemos encontrado.
Descarga Word. Quiero que Jesús inquiete todas mis ansias. Me mueva de mis miedos. Y aleje de mí las sombras. Y me deje ver bien claro que estoy siguiendo sus pasos. O es Él el que camina en mis huellas.
Descarga Word. Yo sólo no puedo caminar. Soy débil. Sólo cuando me siento necesitado, vulnerable, herido, roto. Sólo entonces Dios puede sostenerme por encima de mis vanidades y preocupaciones.
Descarga word. Quiero ser un testigo de la misericordia de Dios. Él me salva. Sostiene mis pasos. Me saca de la hondura de mi noche. Me hace brillar en medio de las tinieblas. Hace clarear mi justicia.
Descarga Word. La alegría de mirar el bien del otro más que el bien propio. Sin buscar el equilibrio en el amor. Quiero aprender a dar hasta que me duela. Dar para hacer felices a los demás.
Descarga Word. De mí depende. De mi capacidad de acercar o alejar. De mi actitud para acercarme al lejano y hacerlo próximo. Depende de mi forma de mirar a los demás. De mis miedos y barreras.
Descarga word. La paz no es mía. La pone Dios en mis manos y en mis pies. Una misión para la que no tengo fuerzas. Soy una oveja entre lobos. Indefenso como Jesús en el Calvario. Vivo su mansedumbre.
Descarga word. No evito sufrir, porque sufriendo aprendo lo más valioso. Y cuando amo sé que una parte de mi corazón queda enterrada en tierra fecunda. Sonrío, callo, espero. No tengo miedo.
Descarga word. Quiero continuar lejos ya de mi altar todo lo que he vivido en ese instante único. Quiero sostener en mis manos pobres la soledad herida de tantas vidas. Quiero ser pan partido, sangre derramada.