Miércoles de Ceniza
Quiero vivir en intimidad con Jesús en estos días de cuaresma.Estar con Él. Renovar mi amistad con Él. Dejarme tocar por Él, hoy con su ceniza, en estos cuarenta días con su palabra, con su presencia, con su silencio. Y tocarlo.
Quiero vivir en intimidad con Jesús en estos días de cuaresma.Estar con Él. Renovar mi amistad con Él. Dejarme tocar por Él, hoy con su ceniza, en estos cuarenta días con su palabra, con su presencia, con su silencio. Y tocarlo.
Me gustaría vivir sin agobios el presente. Deseo vivir confiado. Quieto en la cubierta de mi barca mirando la fuerza de las olas. Mi vida no la guío yo. Es un milagro vivir la vida así cada día.
Necesito saberme amado por Dios en lo más hondo. Me quiere como soy. Con mis debilidades, en mi pequeñez. Eso me sostiene. Hace más fuerte mi alma herida. Puedo detener esa cadena del odio.
Tengo delante la vida y la muerte. El agua y el fuego. El suelo y las estrellas. Lo elijo a Él. Lo escojo de nuevo. Aquí. Ahora. En su roca. En mi roca. Con sus palabras. Escojo vivir según su vida.
Quiero vivir alegre y contento. Es un don de Dios. Mi tesoro es mi pobreza. Mi felicidad es mi tristeza. Soy mirado y amado profundamente en lo que soy, en lo que vivo, en lo que me falta.
Me ha llamado Jesús para estar con Él. A su lado. En su camino. Quiere que viva a solas con Él. En medio de su luz. No pretende que yo salve a toda la humanidad con mi entrega heroica.
Me dice que lo siga siempre. Que siga sus pasos torpemente. Y que confíe en que siempre, caído o levantado, va a estar conmigo sosteniendo mi vida. Es el mayor consuelo. Me da paz.
No quiero callar cuando puedo decir algo bueno. Cuando puedo proteger y alimentar el amor. Guardo las palabras de Dios en mi corazón. Las regalo. Me hago portavoz de las palabras de Dios.
Hemos visto su estrella y venimos a adorarlo.
Dios me quiere con locura. Ama mi vida como es. Sin pensar en todo lo que podría llegar a ser. Me abraza como soy ahora y se conmueve. Quiero alegrarme de estar donde estoy, de ser como soy.