IV Domingo Tiempo Ordinario
La curación de Jesús del endemoniado es un signo de amor, no de poder. No pretende demostrar que su autoridad es mayor que la de los escribas y fariseos. El amor de Jesús al endemoniado despierta la vida latente en el corazón de aquel necesitado. Su liberación es para una nueva vida. El acto de […]