Cojo mi ramo de olivo. Sujeto mi palma. Salgo a las calles a bendecir a Jesús que entra en mi vida, en mi tierra. Salgo de mí mismo para alabar, agradecer, cantar. Sí, estoy de fiesta. Jesús viene a mí.
Gracias P. Carlos por compartir está homilia, esé ramo de olivo sujeto a una palma, y por salir e invitarnos a cantar, agredecer y alabar. Brota de mis labios hoy con renovada energia el Salmo 119 : 169 – 176, y pienso que dos lineas geometricas que se entrecruzan en angulo recto en el espacio, dividiendo a esté por mitad, solo lo hacen para destacar con más fuerza aún la union de dos conceptos de divinidad y de mundo y que de está forma Jesús nos lanza, libre de su cruz, un gran abrazo compartido, que abarca los cuatro elementos de la antiguedad, los puntos cardinales, extendiendose por las estaciones del año.
Un fuerte Abrazo.
Gracias P. Carlos por compartir está homilia, esé ramo de olivo sujeto a una palma, y por salir e invitarnos a cantar, agredecer y alabar. Brota de mis labios hoy con renovada energia el Salmo 119 : 169 – 176, y pienso que dos lineas geometricas que se entrecruzan en angulo recto en el espacio, dividiendo a esté por mitad, solo lo hacen para destacar con más fuerza aún la union de dos conceptos de divinidad y de mundo y que de está forma Jesús nos lanza, libre de su cruz, un gran abrazo compartido, que abarca los cuatro elementos de la antiguedad, los puntos cardinales, extendiendose por las estaciones del año.
Un fuerte Abrazo.
Solo escrita?