Llego a Navidad con el corazón crispado. Quiero dormirme con el corazón en paz. Sin obsesiones. Sin agobios. Lo sueño. Lo deseo. Lo espero. Quiero dejar a mi paso un reguero de esperanza.
Querido Padre Carlos, gracias por permitirme a la distancia leer y escuchar sus homilias. Son una verdadera enseñanza de vida, de Fé y sobretodo de cada día querer ser un poquito mejor, de amar cada día más a Dios, a nuestra Mater y a cada hermano que está alrededor nuestro. Que El Niño Jesús lo llene de bendiciones. Desde Guayaquil con cariño
Querido Padre Carlos, gracias por permitirme a la distancia leer y escuchar sus homilias. Son una verdadera enseñanza de vida, de Fé y sobretodo de cada día querer ser un poquito mejor, de amar cada día más a Dios, a nuestra Mater y a cada hermano que está alrededor nuestro. Que El Niño Jesús lo llene de bendiciones. Desde Guayaquil con cariño