“Tenemos sed de vida verdadera, porque la vida diaria no nos llena el corazón y sentimos que necesitamos más, porque lo de siempre ya no basta. Por eso es tan necesario encontrar fuentes que sacien la sed del alma. Hay muchas fuentes en nuestro camino y no todas dan la vida verdadera. La fuente más importante está en nuestro corazón. Es una fuente que se seca con facilidad, cuando dejamos de buscar a Dios. Hay que profundizar en la fuente de nuestro corazón, cuidar el alma, para poder recuperar la esperanza. Pero hay una fuente fundamental en la que necesitamos beber cada día para que esto sea posible. Es la fuente de la vida que mana del corazón de Dios, del corazón de María, donde encontramos el agua que anhelamos. María nos calma en el Santuario y nos da el agua que precisamos, el agua que procede de Dios. Este libro quiere ser sólo un faro, un poco de agua fresca, algo de luz sobre la propia vida. Es sólo un camino que nos quiere acercar al corazón de María. Sé que la pretensión es alta y sólo espero que a algunos les pueda a ayudar a cambiar sus vidas y a iniciar, o profundizar, un camino de conversión”.
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