Alegra el alma escuchar el mensaje central de las lecturas de este domingo: paz y descanso. Se nos da la paz a todos y se nos invita a retirarnos a descansar con Jesús un rato. ¿Quién no desea, al final de este curso, que Jesús nos invite a descansar a su lado y recibir su paz, la que nadie nos puede quitar nunca? Todos queremos recibir su paz. Todos deseamos descansar, aunque el mes de Julio parezca alargarse indefinidamente, sin llegar nunca a su fin. Descansar es cambiar de actividad, cambiar los hábitos y las rutinas, tener un tiempo nuevo, para hacer otras cosas que durante el curso resultan imposibles.
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